El inicio de la argumentación en la educación superior

 

 

En el artículo la Complejidad argumentativa individual escrita en estudiantes universitarios ingresantes y avanzados, de Tuzinkievicz, M. A., Peralta, N. S., Castellaro, M., & Santibañez, C. (2018) se da cuenta de una investigación cuasiexperimental y fundamentada en la pragma-dialéctica, que describe la complejidad argumentativa de dos grupos de estudiantes ubicados en diferentes momentos en su programa de pregrado. 

 

Se implementó para ello como recurso mediador las tareas sociocientíficas (CSC) que permiten desestabilizar la neutralidad y objetividad de la ciencia, para dar paso a la resolución de controversias haciendo uso de la competencia argumentativa. Para ello se establecieron 3 dimensiones de análisis que contenían varias categorías, a saber: 1. producciones argumentativas y no argumentativas; 2. complejidad de las composiciones argumentativas, entre las que se ubican las categorías de: cantidad de argumentos en cada composición, estructura argumentativa, diferencia de opinión principal y sesgo confirmatorio; y 3. el uso de la información. 

 

El análisis de los resultados arrojó que los estudiantes nuevos tienen mayores dificultades para la elaboración de textos argumentativos en comparación con los estudiantes avanzados, lo que según los investigadores plantea una doble necesidad que los profesores de primeros semestres deben asumir, por un lado, considerar las dificultades con las que ingresan los estudiantes y simultáneamente desarrollar la competencia argumentativa. 

 

Referencia bibliográfica 

Tuzinkievicz, M. A., Peralta, N. S., Castellaro, M., & Santibañez, C. (2018). Complejidad argumentativa individual escrita 
en estudiantes universitarios ingresantes y avanzados. Liberabit, 24(2),231-247. 

https://doi.org/10.24265/liberabit.2018.v24n2.05